Una inmersión en una memoria próxima cargada de indignación: ésa es la herida abierta por Ayotzinapa. El libro a cuya presentación asistimos ayer es -de acuerdo a la introducción hecha por Osvaldo Nadra- una experiencia llena de dolor y de ternura. Con testimonios de familiares, de sobrevivientes, Paula Mónaco Felipe, reconstruye en palabras la vida previa y los hechos ocurridos en Iguala -México- los días 26 y 27 de Septiembre de 2014. Los 43 estudiantes normalistas desaparecidos persisten en estos testimonios.
Ayotzinapa: horas eternas es antes que nada un libro de esos que contienen un elemento que excede a cualquier reseña: su condición de necesariedad. Para entender la violencia del poder, los planes represivos que se llevan la vida de miles, para pensarnos en ese contexto -el de la América Latina-tan desafiante como añorado sobre el que vuelven a caer las garras de los dueños de los sicarios.