Hace 15 años, la desidia, el desinterés, el abandono de la Escuela Pública por parte del Estado neuquino le arrebató la vida a Silvia Roggetti. Ese abandono contra el que aún batallamos a diario que se palpa por todos lados, configura una realidad que parece no cambiar aún ante el paso de estos 15 años. Hace 15 años que Silvia no está; nosotros habremos de recordarla, porque nosotros no olvidamos, porque –tal como lo hicimos con Carlos, en cada clase que damos, en cada manifestación, en cada momento del esfuerzo constante y consecuente- habremos de llevar su nombre en nuestras banderas, habremos de recordarla cada vez que la vista de ese patio de la escuela 197 no hiele la sangre, al mismo tiempo que nos queme las gargantas y los recuerdos; habremos de hacerlo porque somos la memoria de Silvia, somos, fuimos y seremos los compañeros de esa memoria. Somos el nombre de Silvia, junto al nombre de Carlos, junto a nuestros propios nombres. Porque también somos identidad, una identidad construida, sangrada, luchada: la identidad del docente. Nos omos esa identidad de eslogan que usan de maquillaje aquellos que no son más que la desidia, el desinterés y el abandono. Porque la desidia, el desinterés y el abandono en esta provincia, también tiene su nombre propio, cara y hasta apellido ilustre.
Compañera Silvia Roggetti, ¡Presente!
- Publicación de la entrada:2015-06-08
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